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como un perro

Hoy estuve analizando el comportamiento de mi perrita.
Es una Schnauzer Miniatura.
Supongo que esto que voy a escribir lo entenderán mejor aquellas personas que han tenido o tienen un perrito de mascota.
Los perros viven el día a día.
No por nada dicen que son el mejor amigo del hombre.
A un perro no le importa si eres rico o pobre, no le importa si estás flaco o gordo, si eres buena onda o si eres divertido.
Cuando llegas a casa te recibe con tanto gusto que no puedes hacer menos que sonreir y acaricialo con ternura.
Cuando tu no estás allí o cuando él ve que te alejas sufre y espera ansiosamente tu regreso.
Para él el hecho de que lo alimentes y le des agua para beber es más que suficiente para sentirse contento y agusto.
Él no te exige demasiado y es feliz con lo poco o lo mucho que le des.
Te agradece, te quiere y te hace compañía.
Si todos pudiéramos ver las cosas de esa manera nuestras vidas serían más sencillas.
Aclaración: no pienso comparar a los humanos con un perro... pero si ciertos comportamientos.

¿Por qué no ser agradecido con Dios y con los demás por lo mucho o poco que tienes?
¿Por qué no ser feliz con lo que tienes y aprender a ser feliz cada día con los pequeños detalles que suceden?
Imagínate... nuestra vida sería más feliz si pudiéramos alegrarnos con las pequeñas pero maravillosas cosas que pasan... pensar más en las cosas buenas que en las malas.
Después de todo... los días no vuelven atrás y es mejor pasar la vida sonriendo que desperdiciar tu tiempo quejándote.




Comentarios

Dios nos mostrará ejemplos aún desde un pequeño Schnauzer Miniatura. Jesús miraba algo y decía, "Así como este grano de mostaza" "Ved los lirios del campo" etc. Dios nos enseña através de simples gestos de la naturaleza pero profundiza luego en nuestro ser. Hoy, ha sido tu pequeña mascota, quien te a mostrado que debes ser fiel, y ser agradecido en todo tiempo.
A nosotros también nos ha llegado el mensaje y Damos Gloria a Dios por ello.
Bella entrada.
Bendiciones
Solo puedo decir una palabra:

Guau!

Je, je, je.

Muy buen artículo. Hay que disfrutar más y quejarnos nada.

Que Dios te siga bendiciendo.

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